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1. El Buen Oyente: Escuchar para Comprender Escuchar activamente: Un buen vendedor no solo espera su turno para hablar, sino que presta atención genuina a lo que el cliente dice. Esto permite comprender sus necesidades y preocupaciones. Ejemplo: Imagina que un cliente expresa inquietudes sobre la durabilidad de un producto. En lugar de interrumpirlo, escucha atentamente y ofrece soluciones basadas en sus comentarios. 2. El Bien Hablante: Comunicación Clara y Persuasiva Contar historias: En una presentación de ventas, contar la historia de un cliente satisfecho que ha obtenido resultados positivos con nuestro producto puede ser mucho más persuasivo que simplemente enumerar las características del producto. Ejemplo: En lugar de decir: “Nuestro software tiene una interfaz intuitiva”, podríamos decir: “Imagina cómo María, una gerente ocupada, pudo reducir su tiempo de gestión en un 30% gracias a nuestra interfaz fácil de usar”. Beneficios de la Ética en las Ventas La ética en las ventas t...