El Oro y la Salud

Las propiedades del oro ayudan a sanar el sistema nervioso y el sistema endocrino. Los seguidores de la Nueva Era creen que usar oro puede ayudar a curar la indigestión, el estrés mental y los problemas respiratorios ya que el oro está asociado con el chakra sacro que ayuda a transmitir la comunicación de la mente al cuerpo y viceversa. De hecho, el oro puro en realidad ayuda a revertir el daño por oxidación que resulta de nuestra exposición diaria a contaminantes y toxinas. El oro estimula el drenaje linfático y la circulación sanguínea. Varios tratamientos populares de spa se basan en este beneficio de belleza del oro. La energía del oro se puede usar para equilibrar los campos de energía y ayudar a uno a eliminar los conflictos del ego y los sentimientos de inutilidad. También puede ayudar a mitigar la sobrecarga de responsabilidad, a combatir los sentimientos de depresión e inferioridad, para permitir que uno entienda y prescinda del autorreproche y de la excitación y los estados de ira. Al estudiar la reflexología y la acupuntura, encontrará que los meridianos eléctricos del cuerpo son los circuitos eléctricos del cuerpo y están influenciados por el oro. El oro también puede usarse como una especie de cable de puente que permite que la energía pase de un meridiano que es normal y fuerte a uno que es más débil y que no funciona tan bien. Da poder a los meridianos débiles o conmocionados. Por lo tanto, ayuda al cuerpo a curarse a sí mismo en muchos aspectos. El oro se ha utilizado en el desarrollo, la purificación y el equilibrio del chakra del corazón para la amplificación de las formas de pensamiento. Se dice que la pureza del oro ayuda a preservar formas de pensamiento más elevadas para su posterior recuperación. El Ayurveda atribuye también al oro propiedades curativas e incluye en sus archivos el uso de este mineral para el tratamiento de diferentes dolencias, sobre todo problemas cardíacos y circulatorios (se solía colocar una cadena de oro alrededor del abdomen de las mujeres embarazadas para estimular el latido del corazón del feto). La creencia en las virtudes medicinales del oro estaba tan consolidada que incluso llegó a prescribirse en algunos casos como medicación oral. El oro inhibe las células inflamatorias que están presentes en la articulación, por tanto se produce una disminución de la inflamación. Los implantes de oro provocan una reacción del sistema inmunitario provocada por la liberación de iones de oro, los cuales invaden macrófagos, mastocitos y fibroblastos, inhibiendo la inflamación. Disminuye el dolor de la articulación y evita que se formen calcificaciones periarticulares. Y es que para frenar las cargas negativas que el dolor genera en la articulación, el organismo aumenta la producción de iones de signo positivo responsables de la aparición de calcificaciones y osteofitos que aumentan la molestia y el dolor. Las partículas de oro implantadas compiten con estos iones, impidiendo así la formación de las calcificaciones. Pronto se empezó a incorporar también el oro a los tratamientos de belleza. En el Antiguo Egipto de los faraones, se pensaba que el oro tenía propiedades beneficiosas para la piel y ayudaba a luchar contra los signos del envejecimiento. Se cuenta que Cleopatra utilizaba una máscara de oro para dormir, convencida de sus virtudes rejuvenecedoras.

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